miércoles, 21 de octubre de 2009

DIA 19. DON DET (part two)


Típico paisaje de las 4.000 islas


Cataratas del Mekong


Baniandome en el Mekong


El peligrosisimo puente que cruzamos con las bicis


Como recompensa una barbacoa laosiana


Ya era hora de movernos que estamos aletargados en estas islas. La verdad que el madrugon no ha sido tremendo, y entre desayunar, y demas, empezamos a estar activos a partir de las 10 de la maniana.
Alquilamos unas bicicletas y nos disponemos a hacer una ruta en plan verano azul hasta la isla llamada Don Kon. Hasta esta se accede por un puente por el que debemos pagar 9000 kips por cabeza (0,90 euros), en teoria es para la gente del pueblo, pero a saber donde va el dinero.
La primera parada la hacemos en unas cataratas que se forman en el rio Mekong. Coincidimos con unos asiaticos que van en tour organizado y una chica se hace fotos con Ainara, debe ser que les resulta curioso tener una foto con una guiri. Dani, que ha estado en la India, dice que tambien es muy tipico que la gente se quiera hacer fotos contigo.
Despues de las cataratas seguimos pedaleando hacia el sur donde encontramos una playa con su chiringuito y todo, la arena es como la de una playa normal pero te achicharra. Pasamos un rato a la sombra de un arbol y tomando unas beerlaos. Al final me pego una banio, que quiero probar el agua del Mekong. La verdad que no es muy agradable porque el agua esta marron y no se ve nada, a saber los bichos que hay por abajo.
Continuamos nuestro recorrido hasta el final de la isla, donde en teoria se pueden ver delfines de agua dulce. Despues de comer, y de que Antonio y Javi jugaran con los ninios del pueblo a las canicas, nos vamos para el embarcadero donde por 6 euros nos llevan a los cinco a ver los delfines. Justo en el otro lado del rio ya esta Camboya y si queremos cruzar tenemos que pagar 1 dolar por cabeza al policia camboyano. Parece ser que en el otro lado es mas facil verlos.
Al final desembarcamos en Camboya y le pagamos al poli corrupto la pasta, y aunque de lejos, logramos ver a varios delfines, al final la mision ha sido cumplida.
Luego en el camino de vuelta bromeabamos sobre si realmente habiamos estado en Camboya o es un show que se montan para sacarnos la pasta. Bueno... al regresar miramos los mapas y si parece que estuvimos en Camboya, pero sin sello de entrada ni de salida.
Como los delfines eran mas facil de observar al atardecer, al cruzar de nuevo el rio ya estaba oscureciendo. Y como somos mas chulos que un ocho al reves, experimentamos y volvimos por un sendero nuevo. Al principio muy bien pero a los veinte minutos de camino nos aparece un antiguo puente del ferrocarril que construyeron los franceses. El puente estaba totalmente destartalado y tapando los huecos de las vias habian colocado unos maderas bastante inestables. El acojone fue mayusculo y la verdad que lo pasamos bastante mal. Ademas otras dos parejas de guiris que nos habian visto echar por el camino, nos siguieron. Despues se estarian acordando de toda nuestra familia.
Al final, ya de noche, llegamos a los bungalows y cenamos una buena barbacoa, que bien merecido nos lo teniamos.

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